Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.

Jueves de la III semana de Adviento, feria.

Jue 13,2-7.24-25a
Sal 70
Lc 1,5-25

5En los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel. 6Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. 7No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. 8Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, 9según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; 10la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. 11Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. 12Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor. 13Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. 14Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. 15Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, 16y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. 17Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto». 18Zacarías replicó al ángel: «¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada». 19Respondiendo el ángel, le dijo: «Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. 20Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno». 21El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. 22Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. 23Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. 24Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo: 25«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mí para quitar mi oprobio ante la gente».

Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.

Miércoles de la III semana de Adviento, feria.

Jer 23,5-8
Sal 71
Mt 1,18-24

18La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. 19José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. 20Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. 21Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». 22Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: 23«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”». 24Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

Genealogía de Jesucristo, hijo de David.

Martes de la III semana de Adviento, feria.

Gén 49,1-2.8-10
Sal 71
Mt 1,1-17

1 1Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. 2Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. 3Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zará, Fares engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, 4Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, 5Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, 6Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, 7Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, 8Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, 9Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, 10Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; 11Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. 12Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, 13Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, 14Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, 15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; 16y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. 17Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce.

El bautismo de Juan ¿de dónde venía?

Lunes de la III semana de Adviento, feria.

Núm 24,2-7.15-17a.
Sal 24
Mt 21,23-27

23Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?». 24Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. 25El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?». Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. 26Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta». 27Y respondieron a Jesús: «No sabemos». Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.

¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

III domingo de Adviento «Gaudete».

Is 35,1-6a.10.
Sal 145
Sant 5,7-10
Mt 11,2-11

2Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle: 3«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?». 4Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: 5los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. 6¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!». 7Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? 8¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. 9Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. 10Este es de quien está escrito: “Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”. 11En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.

Elías ya ha venido y no lo reconocieron.

Sábado de la II semana de Adviento, san Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria.

Eclo 48,1-4.9-11b
Sal 79
Mt 17,10-13

10Los discípulos le preguntaron: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». 11Él les contestó: «Elías vendrá y lo renovará todo. 12Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos». 13Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.

Viernes de la II semana de Adviento, santa Lucía, virgen y mártir, memoria obligatoria.

Is 48,17-19
Sal 1
Mt 11,16-19

16¿A quién compararé esta generación? Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: 17“Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”. 18Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. 19Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».

No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista.

Jueves de la II semana de Adviento, feria o bienaventurada Virgen María de Guadalupe, memoria libre.

Is 41,13-20
Sal 144
Mt 11,11-15

11En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. 12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. 13Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; 14él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. 15El que tenga oídos, que oiga.

Venid a mí todos los que estáis cansados.

Miércoles de la II semana de Adviento, feria o san Dámaso I, papa, memoria libre.

Is 40,25-31
Sal 102
Mt 11,28-30

28Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.

Martes de la II semana de Adviento, feria o santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir, memoria libre.

Is 40,1-11
Sal 95
Mt 18,12-14

12¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? 13Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. 14Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños.