Todo se lo exponía con parábolas

VIERNES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, SAN JUAN BOSCO, PRESBÍTERO, MEMORIA OBLIGATORIA.

2Sam 11,1-4a.5-10.13-17
Sal 50,3-4.5-6a.6b-7.10-11
Mc 4,26-34

26Y decía: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. 27Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. 28La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. 29Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega». 30Dijo también: «¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? 31Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, 32pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra». 33Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. 34Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

31-01 San Juan Bosco

San Juan Bosco, presbítero y fundador
San Metrano, mártir
Santos Victorino y seis compañeros, mártires
Santos Ciro y Juan, mártires
San Geminiano de Módena, obispo
San Abrahán de Arbela, obispo y mártir
San Julio, presbítero
Santa Marcela, viuda
San Maedoc de Ferns, obispo
San Waldo de Évreux, obispo
San Eusebio de Rankwéil, monje eremita
Beata Luisa Albertoni, viuda
San Francisco Javier María Bianchi, religioso presbítero
Beata María Cristina de Saboya, reina
Santos Agustín Pak Chong-won y cinco compañeros, mártires
Beata Candelaria de San José, virgen y fundadora

La medida que uséis la usarán con vosotros

JUEVES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA.

2Sam 7,18-19.24-29
Sal 131,1-2.3-5.11.12.13-14
Mc 4,21-25

21Les decía: «¿Se trae la lámpara para meterla debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerla en el candelero? 22No hay nada escondido, sino para que sea descubierto; no hay nada oculto, sino para que salga a la luz. 23El que tenga oídos para oír, que oiga». 24Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. 25Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».

30-01 Santa Martina de Roma

San Matías de Jerusalén, obispo
San Barsimeo de Edesa, obispo
Santa Martina, mártir
Santa Batilde, viuda y fundadora
Santa Aldegunda, abadesa
San Armentario de Pavía, obispo
San Teófilo el Joven, mártir
San Lesmes, abad
Beato Francisco Taylor, mártir
Beatos Ogasawara Gen`ya, Miya Kagayama y trece compañeros, mártires
Santa Jacinta Mariscotti, virgen
Beato Sebastián Valfré, religioso presbítero
San Pablo Ho Hyob, mártir
Santo Tomás Khuong, presbítero y mártir
San David Galván Bermúdez, presbítero y mártir
San Muciano María Viaux, religioso
Beato Columba Marmión, abad
Beata Carmela García Moyón, catequista mártir
Beato Segismundo Pisarski, presbítero y mártir
Beata Maria Bolognesi, laica

El quie tenga oídos para oír, que oiga

MIÉRCOLES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA.

2Sam 7,4-17
Sal 88,4-5.27-28.27-28.29-30
Mc 4,1-20

Mc4 1Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en tierra junto al mar. 2Les enseñaba muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos: 3«Escuchad: salió el sembrador a sembrar; 4al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. 5Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida; 6pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 7Otra parte cayó entre abrojos; los abrojos crecieron, la ahogaron y no dio grano. 8El resto cayó en tierra buena; nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno». 9Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga». 10Cuando se quedó a solas, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. 11Él les dijo: «A vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios; en cambio a los de fuera todo se les presenta en parábolas, 12para que “por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados”». 13Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues cómo vais a conocer todas las demás? 14El sembrador siembra la palabra. 15Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. 16Hay otros que reciben la semilla como terreno pedregoso; son los que al escuchar la palabra enseguida la acogen con alegría, 17pero no tienen raíces, son inconstantes, y cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumben. 18Hay otros que reciben la semilla entre abrojos; estos son los que escuchan la palabra, 19pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. 20Los otros son los que reciben la semilla en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno».

29-01 San Valerio o Valero

Santos Sarbelio y Bebaia, mártires
Santos Papías y Mauro, mártires
San Constancio de Perugia, obispo
Santos Juventino y Maximino, mártires
San Valerio de Tréveris, obispo
San Afraates, eremita
San Gildas «el Sabio», abad
San Sulpicio Severo, obispo
Beata Villana de Bottis, penitente
Beato Bronislao Markiewicz, presbítero y fundador
Beata Boleslava María Lament, virgen y fundadora

Estos son mi madre y mis hermanos

MARTES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO. SANTO TOMÁS DE AQUINO, PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA, MEMORIA OBLIGATORIA.

2Sam 6,12b-15.17-19
Sal 23,7.8.9.10
Mc 3,31-35

31Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. 32La gente que tenía sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». 33Él les pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?». 34Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. 35El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

28-01 Santo Tomás de Aquino

Santo Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia
San Juan de Réome, abad
San Jacobo de Palestina, eremita
San Julián de Cuenca, obispo
Beato Bartolomé Aiutamicristo, religioso
Beato Julián Maunoir, religioso presbítero
Santos Agata Lin Zhao, Jerónimo Lu Tingmei y Lorenzo Wang Bing, catequistas mártires
San José Freinademetz, presbítero
Beato Moisés Tovini, presbítero
Beata María Luisa Montesinos Orduña, virgen y mártir
Beata Olimpia Bidà, virgen y mártirBeato Carlomagno, emperador

27-01 Santa Ángela de Mérici

Santa Ángela Merici, virgen y fundadora
San Julián de Sora, mártir
San Julián de Le Mans, obispo
Santa Devota, virgen y mártir
San Marino, abad
San Vitaliano, papa
San Teodorico de Orleans, obispo
San Gilduino, diácono
Beato Juan de Warneton, obispo
Beato Manfredo Settala, presbítero y eremita
Beata Rosalía du Verdier de la Solinière, virgen y mártir
Beato Pablo José Nardini, presbítero y fundador
San Juan María «Muzeo», mártir
San Enrique de Ossó y Cervelló, presbítero y fundador
Beata María de Jesús Santocanale, virgen y fundadora
Beato Jorge Matulaitis, obispo y fundador
Beato Juan Schiavo, religioso presbítero

Todo se les podrá perdonar a los hombres.

LUNES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO. SANTA ÁNGELA DE MÉRICI, VIRGEN, MEMORIA LIBRE.

2Sam 5,1-7,10
Sal 88,20.21a.21b-22.25-26
Mc 3,22-30

22Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios». 23Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? 24Un reino dividido internamente no puede subsistir; 25una familia dividida no puede subsistir. 26Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. 27Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. 28En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; 29pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre». 30Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.