La lámpara se trae para ponerla en el candelero. La medida que uséis la usarán con vosotros

Jueves de la III semana del tiempo ordinario, san Juan Bosco, presbítero, memoria obligatoria.

Mc 4,21-25

21 Les decía: «¿Se trae la lámpara para meterla debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerla en el candelero? 22 No hay nada escondido, sino para que sea descubierto; no hay nada oculto, sino para que salga a la luz. 23 El que tenga oídos para oír, que oiga».

24 Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. 25 Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».

Salió el sembrador a sembrar

Miércoles de la III semana del tiempo ordinario.

Mc 4,1-20

Mc41 Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en tierra junto al mar.

2 Les enseñaba muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos:

3 «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; 4 al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. 5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida; 6 pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre abrojos; los abrojos crecieron, la ahogaron y no dio grano. 8 El resto cayó en tierra buena; nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno». 9 Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga».

10 Cuando se quedó a solas, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. 11 Él les dijo: «A vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios; en cambio a los de fuera todo se les presenta en parábolas, 12 para que “por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados”».

13 Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues cómo vais a conocer todas las demás? 14 El sembrador siembra la palabra. 15 Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. 16 Hay otros que reciben la semilla como terreno pedregoso; son los que al escuchar la palabra enseguida la acogen con alegría, 17 pero no tienen raíces, son inconstantes, y cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumben. 18 Hay otros que reciben la semilla entre abrojos; estos son los que escuchan la palabra, 19 pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. 20 Los otros son los que reciben la semilla en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno».

El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre

Martes de la III semana del tiempo ordinario.

Mc 3,31-35

31 Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. 32 La gente que tenía sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». 33 Él les pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?». 34 Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. 35 El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Satanás está perdido

Lunes de la III semana del tiempo ordinario, santo Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria.

Mc 3,22-30

22 Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los de-monios con el poder del jefe de los demonios». 23 Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? 24 Un reino dividido internamente no puede subsistir; 25 una familia dividida no puede subsistir. 26 Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. 27 Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.

28 En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; 29 pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre». 30 Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Hoy se ha cumplido esta Escritura

III domingo del tiempo ordinario.

Jornada y colecta de la Infancia Misionera.

Lc 1,1-4; 4,14-21

Lc11 Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, 2 como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, 3 también yo he resuelto escribírtelos por su orden, ilustre Teófilo, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, 4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

14 Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. 15 Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.

16 Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. 17 Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: 18 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; 19 a proclamar el año de gracia del Señor». 20 Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. 21 Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».