Jesús, al igual que Elías y Eliseo, no fue enviado solo a los judíos

LUNES III DE CUARESMA, FERIA.

2Rey 5,1-15
Sal 41,2.3;42,3.4
Lc 4,24-30

24Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. 25Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; 26sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. 27Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio». 28Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos 29y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. 30Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido

SÁBADO DE LA II SEMANA DE CUARESMA, FERIA.

Miq 7,14-15.18-20
Sal 102,1-2.3-4.9-10.11-12
Lc 15,1-3.11-32

Lc 15 1Solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. 2Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». 3Jesús les dijo esta parábola: 11«Un hombre tenía dos hijos; 12el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. 13No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. 14Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. 15Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. 18Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; 19ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. 20Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. 21Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. 22Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; 23traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, 24porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete. 25Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, 26y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. 28Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. 29Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; 30en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. 31Él le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; 32pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».

Este es el heredero: venid, lo matamos

VIERNES DE LA II SEMANA DE CUARESMA, FERIA, EN LA DIÓCESIS DE CÓRDOBA CONMEMORACIÓN DEL PRESBÍTERO SAN RODRIGO. VII ANIVERSARIO DE LA ELECCIÓN DEL PAPA FRANCISCO.

Gén 37,3-4.12-13a.17b-28
Sal 104,16-17.18-19.20-21
Mt 21,33-43.45-46

33Escuchad otra parábola: «Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. 34Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. 35Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. 36Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. 37Por último, les mandó a su hijo diciéndose: “Tendrán respeto a mi hijo”. 38Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: “Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia”. 39Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. 40Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». 41Le contestan: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo». 42Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”? 43Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos. 45Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. 46Y, aunque intentaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.

13-03 San Rodrigo

Santos Macedonio, Patricia y Modesta, mártires
San Sabino, mártir
Santa Cristina, mártir
San Pientio de Poitiers, obispo
San Leandro de Sevilla, obispo
San Eldrado, abad
Santos Rodrigo y Salomón, mártires
San Ansovino de Camerino, obispo
Beato Pedro II, abad
Beato Agnelo de Pisa, religioso presbítero
Beata Francisca Tréhet, religiosa mártir
Santa Dulce Lopes Pontes de Souza Brito , virgen

Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado

JUEVES DE LA II SEMANA DE CUARESMA, FERIA.

Jer 17,5-10
Sal 1,1-2.3.4.6
Lc 16,19-31

19Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. 20Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, 21y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. 23Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, 24y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”. 25Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. 26Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”. 27Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, 28pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. 29Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. 30Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. 31Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».

12-03 San Luis Orione

San Maximiliano, mártir
Santos Mígdono, Eugenio, Máximo, Domna, Mardonio, Esmaragdo e Hilario, mártires
Santos Pedro, Doroteo y Gorgonio, mártires
San Inocencio I, papa
San Pablo Aureliano, obispo
San Gregorio I Magno, papa y doctor de la Iglesia
San Teófanes «el Cronógrafo», abad
San Elpegio de Winchester, monje y obispo
Beata Fina de San Geminiano, virgen
Beata Justina Francucci Bezzoli, virgen y reclusa
Beato Jerónimo Gherarducci, monje y presbítero
San José Zhang Dapeng, mártir
Beata Ángela Salawa, virgen
San Luis Orione, «Don Orione», presbítero y fundador