La Virgen de nuestro «sí»

Hoja parroquial, número 53. Septiembre 2019. Rincón del Papa.

LA VIRGEN DE NUESTRO “SÍ”, Papa Francisco, Panamá JMJ enero 2019
“(Discurso a los jóvenes, 24 enero 2019)… María se animó a decir “sí”. Se animó a darle vida al sueño de Dios… ¿Nos animamos a decirle al ángel, como María: he aquí los siervos del Señor, hágase? No contesten acá, cada uno conteste en su corazón. Hay preguntas que solo se contestan en silencio.”
¿Qué es el silencio?¿La ausencia de sonido? No, es donde resuena el eco de la Palabra. Donde la reflexionamos.
“(Vía Crucis con los jóvenes, 25 de enero de 2019) Hay una certeza que llena de esperanza este Camino de la Cruz: Jesús lo recorrió con Amor. Y también lo vivió la Virgen Gloriosa, la que desde el comienzo de la Iglesia ha querido sostener con su ternura el camino de la evangelización…
¿Nos animamos a permanecer al pie de la cruz como María?
Contemplamos a María, mujer fuerte. De ella queremos aprender a estar de pie al lado de la cruz. Con su misma decisión y valentía, sin evasiones ni espejismos. Ella supo acompañar el dolor de su Hijo, tu Hijo, Padre, sostenerlo en la mirada, cobijarlo con el corazón. Dolor que sufrió, pero no la resignó. Fue la mujer fuerte del “sí”, que sostiene y acompaña, cobija y abraza. Ella es la gran custodia de la esperanza.
De María aprendemos a decir “sí” al aguante recio y constante de tantas madres, padres, abuelos que no dejan de sostener y acompañar a sus hijos y nietos cuando “están en la mala”.
Padre, como María queremos ser Iglesia, la Iglesia que propicie una cultura que sepa acoger, proteger, promover e integrar; que no estigmatice y menos generalice en la más absurda e irresponsable condena de identificar a todo emigrante como portador del mal social.
Padre, como María queremos aprender a estar. Enséñanos Señor a estar al pie de la cruz, al pie de las cruces; despierta … nuestros ojos, nuestro corazón; rescátanos de la parálisis y de la confusión, del miedo y de la desesperación. Padre, enséñanos a decir: Aquí estoy junto a tu Hijo, junto a María y junto a tantos discípulos amados que quieren hospedar tu Reino en el corazón. Amén. “
“(Vigilia con los jóvenes, 26 enero 2019) … Él siempre nos primerea, es primero. Y así sorprendió a María y la invitó a formar parte de esta historia de Amor. Sin lugar a dudas la joven de Nazaret no salía en las “redes sociales” de la época, ella no era una “influencer”, pero sin quererlo ni buscarlo se volvió la mujer que más influenció en la historia. Y le podemos decir con confianza de hijos: María, la “influencer” de Dios. Con pocas palabras se animó a decir “sí” y ¡a confiar en el amor! , ¡a confiar en las promesas de Dios!, que es la única fuerza capaz de renovar, de hacer nuevas todas las cosas…
Siempre llama la atención la fuerza del “sí” de María, Joven. La fuerza de ese «hágase» que le dijo al ángel. Fue una cosa distinta a una aceptación pasiva o resignada. Fue algo distinto a un “sí” como diciendo: bueno, vamos a probar a ver qué pasa. María no conocía esa expresión: vamos a ver qué pasa. Era decidida, supo de qué se trataba y dijo “sí”, ¡sin vueltas! Fue algo más, fue algo distinto. Fue el “sí” de quien quiere comprometerse y el que quiere arriesgar, de quien quiere apostarlo todo, sin más seguridad que la certeza de saber que era portadora de una promesa…
María tendría, sin dudas, una misión difícil, pero las dificultades no eran una razón para decir “no”. Seguro que tendría complicaciones, pero no serían las mismas complicaciones que se producen cuando la cobardía nos paraliza por no tener todo claro o asegurado de antemano. ¡María no compró un seguro de vida! ¡María se jugó y por eso es fuerte, por eso es una influencer, es la influencer de Dios! El “sí” y las ganas de servir fueron más fuertes que las dudas y las dificultades.
Decir “sí” como María a esta historia de amor es decir “sí” a ser instrumentos para construir, en nuestros barrios, comunidades eclesiales capaces de callejear la ciudad, abrazar y tejer nuevas relaciones.”
Decir “Sí” a nuestra vocación, a nuestra llamada, es comprometerse, fiarse como María del Señor y poner nuestro empeño, contando con Su Gracia, para crear en cada momento lo que nos comprometimos a realizar en un momento determinado.
En este inicio de curso, sigamos diciendo “sí” a estar en camino, con nuestra familia, con nuestra comunidad, con nuestra diócesis, con la Iglesia, a pesar de las cruces que podamos tener y encontrarnos. Ofreciéndolo todo para favorecer y crear encuentro entre nosotros.
Para que de ese encuentro brote unidad, la unidad, “Para que sean uno como nosotros”, y siendo uno, sintiéndonos uno, nos amemos unos a otros como Él nos ha amado.

Adaptado de un resumen del Padre Juan Esquerda

El más pequeño de vosotros es el más importante.

Lunes de la XXVI semana del tiempo ordinario. San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria.

Zac 8,1-8
Sal 101
Lc 9,46-50

46Se suscitó entre ellos una discusión sobre quién sería el más importante. 47Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado 48y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. Pues el más pequeño de vosotros es el más importante». 49Entonces Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros». 50Jesús le respondió: «No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro».

30-09 San Jerónimo

San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia
San Antonino de Piacenza, mártir
Santos Urso y Víctor, mártires
San Gregorio el Iluminador, eremita y obispo
Santa Eusebia, virgen
San Honorio de Canterbury, monje y obispo
San Simón de Crèpy, eremita
San Amado de Nusco, obispo
San Ismidón de Die, obispo
Beata Felicia Meda, abadesa
San Francisco de Borja, religioso presbítero
Beato Juan Nicolás Cordier, presbítero y mártir
Beato Federico Albert, presbítero y fundador
Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia

29-09 Santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

Santos Miguel, Gabriel y Rafael, arcángeles. En nuestra diócesis la celebración de San Rafael se traslada al 24 de octubre.
San Eutiquio, obispo y mártir
Santas Rípsimes, Gayana y compañeras, mártires
San Fraterno de Auxerre, obispo
San Quiríaco, eremita
San Liudwino de Tréveris, obispo
San Adelrico, presbítero y eremita
San Mauricio, abad
Beato Juan de Montmirail, monje
Beato Carlos de Blois, laico
Beato Nicolás de Furca Palena, monje y presbítero
San Juan de Dukla, religioso presbítero
Santos Miguel Aozaraza, Guillermo Courtet, Vicente Shiwozuka, Lázaro de Kyoto y Lorenzo Ruiz, mártires
San Renato Goupil, mártir
Beato Jaime Mestre Iborra, presbítero y mártir
Beatos Pablo Bori Puig y Vicente Sales Genovés, mártires
Beato Darío Hernández Morató, presbítero y mártir
Beato Francisco de Paula Castelló i Aleu, mártir

Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.

Domingo XXVI semana del tiempo ordinario.

Am 6,1a.4-7
Sal 145
1 Tim 6,11-16
Lc 16,19-31

19Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día. 20Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, 21y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico y fue enterrado. 23Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, 24y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”. 25Pero Abrahán le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado. 26Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”. 27Él dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, 28pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. 29Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. 30Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”. 31Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».

El Hijo del hombre va a ser entregado. Les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Sábado de la XXV semana del tiempo ordinario. Santos Adolfo y Juan, mártires, memoria libre en la diócesis de Córdoba.

Zac 2,5-9.14-15c
Salmo: Jer 31,10-13
Lc 9,43b-45

Entre la admiración general por lo que hacía, dijo a sus discípulos: 44«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». 45Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

28-09 San Wenceslao de Bohemia

San Wenceslao, mártir
Santos Lorenzo Ruiz y quince compañeros, mártires
Santos Alfeo, Alejandro y Zósimo, mártires
San Caritón, abad
San Zama de Bolonia, obispo
San Exuperio de Toulouse, obispo
Santa Eustoquio, virgen
San Salonio de Ginebra, monje y obispo
San Fausto de Riez, monje y obispo
San Anemundo de Lyon, obispo y mártir
Santos Cunialdo y Gisilario, presbíteros
Santa Leoba, abadesa
Beato Bernardino de Feltre, religioso presbítero
San Simón de Rojas, religioso presbítero
Beatos Juan Shozaburo, Mancio Ichizayemon, Miguel Taiemon Kinoshi, Lorenzo Hachizo, Pedro Terai Kuhioye y Tomás Terai Kahioye, mártires
Beato Francisco Javier Ponsa Casallarch, religioso y mártir
Beata Amalia Abad Casasempere, mártir
Beato José Tarrats Comaposada, religioso y mártir
Beato Nicetas Budka, obispo y mártir

Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho.

Viernes de la XXV semana del tiempo ordinario. San Vicente de Paúl, presbítero, memoria obligatoria.

Ag 2,1-9
Sal 42
Lc 9,18-22

18Una vez que Jesús estaba orando solo, lo acompañaban sus discípulos y les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?». 19Ellos contestaron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas». 20Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro respondió: «El Mesías de Dios». 21Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. 22Porque decía: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

27-09 San Vicente de Paúl

San Vicente de Paúl, presbítero y fundador
San Cayo de Milán, obispo
Santos Florentino e Hilario, mártires
Santa Hiltrudis, virgen
Santos Adolfo y Juan, mártires
San Bonfilio de Foligno, obispo
San Elzearo de Sabran, virgen
Beato Lorenzo de Ripafratta, religioso presbítero
Beato Juan Bautista Laborier du Vivier, diácono y mártir
Beatos José Fenollosa Alcayna y Fidel Climent Sanchís, mártires
Beatas Francisca Javiera Fenollosa Alcayna y Herminia Martínez Amigó, mártires

A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?

Jueves de la XXV semana del tiempo ordinario, feria, o santos Cosme y Damián, mártires, memoria libre.

Ag 1,1-8
Sal 149
Lc 9,7-9

7El tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; 8otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. 9Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?». Y tenía ganas de verlo.