Hizo lo que le había mandado el ángel del Señor

Viernes de la III semana de Adviento. Feria privilegiada.

Jer 23,5-8
Sal 71,1-2.12-13.18-19
Mt 1,18-24

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

18La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. 19José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. 20Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. 21Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». 22Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: 23«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”». 24Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer. 25Y sin haberla conocido, ella dio a luz un hijo al que puso por nombre Jesús.

Palabra del Señor.

Origen de Jesucristo

Jueves de la III semana de Adviento, feria privilegiada.

Gén 49,2.8-10
Sal 71,1-2.3-4ab.7.8.17
Mt 1,1-17

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

11Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. 2Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. 3Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zará, Fares engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, 4Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, 5Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, 6Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, 7Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, 8Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, 9Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, 10Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; 11Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. 12Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, 13Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, 14Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, 15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; 16y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. 17Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce.

Palabra del Señor.

¡Bienaventurado el que no se escandalice de mí!

Miércoles III de Adviento.

Is 45,6b-8.18.21b-25
Sal 84,9ab.10.11-12.13-14
Lc 7,19-23

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

19los envió al Señor diciendo: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?». 20Los hombres se presentaron ante él y le dijeron: «Juan el Bautista nos ha mandado a ti para decirte: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”». 21En aquella hora curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista. 22Y respondiendo, les dijo: «Id y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. 23Y ¡bienaventurado el que no se escandalice de mí!».

Palabra del Señor.

¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?

Martes III de Adviento.

Sof 3,1-2.9-13
Sal 33,2-3.6-7.17-18.19.23
Mt 21,28-32

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

28¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. 29Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. 30Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue. 31¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero». Jesús les dijo: «En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. 32Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».

Palabra del Señor.

¿Quién te ha dado semejante autoridad?

Lunes de la III semana de Adviento. San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria.

Núm 24,2-7.15-17a
Sal 24,4-5ab.6.7bc.8-9
Mt 21,23-27

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

23Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?». 24Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. 25El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?». Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. 26Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta». 27Y respondieron a Jesús: «No sabemos». Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.

Palabra del Señor.

En medio de vosotros hay uno que no conocéis

III domingo de Adviento, domingo «gaudete».

Is 61,1-2a.10-11
Sal Lc 1,46-48.49-50.53-54
1Tes 5,16-24
Jn 1,6-8

Lectura del santo Evangelio según san Juan:

6Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: 7este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. 8No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. 19Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?». 20Él confesó y no negó; confesó: «Yo no soy el Mesías». 21Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?». Respondió: «No». 22Y le dijeron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?». 23Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías». 24Entre los enviados había fariseos 25y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». 26Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, 27el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». 28Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Palabra del Señor.

Elías ya ha venido y no lo reconocieron

Sábado de la II semana de adviento. Bienaventurada Virgen María de Guadalupe, memoria libre.

Sir 48,1-4.9-11
Sal 79,2ac.3b.15-16.18-19
Mt 17,10-13

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

10Los discípulos le preguntaron: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». 11Él les contestó: «Elías vendrá y lo renovará todo. 12Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos». 13Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

Palabra del Señor.

La sabiduría se ha acreditado por sus obras

Viernes de la II semana de adviento. San Dámaso I, papa, memoria libre.

Is 48,17-19
Sal 1,1-2.3.4.6
Mt 11,16-19

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

16¿A quién compararé esta generación? Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: 17“Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”. 18Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. 19Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».

Palabra del Señor.

El que tenga oídos, que oiga

Jueves de la II semana de adviento. Bienaventurada Virgen María de Loreto, memoria libre. Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir, memoria libre.

Is 41,13-20
Sal 144,1.9.10-11.12-13ab
Mt 11,11-15

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

11En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. 12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. 13Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; 14él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. 15El que tenga oídos, que oiga.

Palabra del Señor.

Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón

Miércoles de la II semana de adviento. San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, memoria libre.

Is 40,25-31
Sal 102,1-2.3-4.8.10
Mt 11,28-30

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

28Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor.