¿Quién te ha dado semejante autoridad?

Lunes de la III semana de Adviento. San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria.

Núm 24,2-7.15-17a
Sal 24,4-5ab.6.7bc.8-9
Mt 21,23-27

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

23Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?». 24Jesús les replicó: «Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. 25El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?». Ellos se pusieron a deliberar: «Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. 26Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta». 27Y respondieron a Jesús: «No sabemos». Él, por su parte, les dijo: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.

Palabra del Señor.

En medio de vosotros hay uno que no conocéis

III domingo de Adviento, domingo «gaudete».

Is 61,1-2a.10-11
Sal Lc 1,46-48.49-50.53-54
1Tes 5,16-24
Jn 1,6-8

Lectura del santo Evangelio según san Juan:

6Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: 7este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. 8No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. 19Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?». 20Él confesó y no negó; confesó: «Yo no soy el Mesías». 21Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el Profeta?». Respondió: «No». 22Y le dijeron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?». 23Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías». 24Entre los enviados había fariseos 25y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». 26Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, 27el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia». 28Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Palabra del Señor.

Elías ya ha venido y no lo reconocieron

Sábado de la II semana de adviento. Bienaventurada Virgen María de Guadalupe, memoria libre.

Sir 48,1-4.9-11
Sal 79,2ac.3b.15-16.18-19
Mt 17,10-13

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

10Los discípulos le preguntaron: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». 11Él les contestó: «Elías vendrá y lo renovará todo. 12Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos». 13Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

Palabra del Señor.

La sabiduría se ha acreditado por sus obras

Viernes de la II semana de adviento. San Dámaso I, papa, memoria libre.

Is 48,17-19
Sal 1,1-2.3.4.6
Mt 11,16-19

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

16¿A quién compararé esta generación? Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: 17“Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”. 18Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. 19Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”. Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».

Palabra del Señor.

El que tenga oídos, que oiga

Jueves de la II semana de adviento. Bienaventurada Virgen María de Loreto, memoria libre. Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir, memoria libre.

Is 41,13-20
Sal 144,1.9.10-11.12-13ab
Mt 11,11-15

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

11En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él. 12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. 13Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; 14él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. 15El que tenga oídos, que oiga.

Palabra del Señor.

Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón

Miércoles de la II semana de adviento. San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, memoria libre.

Is 40,25-31
Sal 102,1-2.3-4.8.10
Mt 11,28-30

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

28Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor.

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Martes II de adviento. Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.

Gn 3,9-15.20
Sal 97,1.2-3ab.3c-4
Ef 1,3-6.11-12
Lc 1,26-38

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

26En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». 29Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. 30El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. 31Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». 34Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». 35El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. 36También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, 37porque para Dios nada hay imposible». 38María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

Viendo la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados están perdonados»

Lunes II de adviento. San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria.

Is 35,1-10
Sal 84,9ab.10.11-12.13-14
Lc 5,17-26

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

17Un día estaba él enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones. 18En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. 19No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. 20Él, viendo la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados están perdonados». 21Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos: «¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?». 22Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: 23«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? 24Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”». 25Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. 26El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto maravillas».

Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos

Domingo II de adviento.

Is 40,1-5.9-11
Sal 84,9ab-10.11-12.13-14
2Pe 3,8-14
Mc 1,1-8

Lectura del santo Evangelio según san Marcos:

11Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2Como está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino; 3voz del que grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos”»; 4se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. 5Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Él los bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados. 6Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. 7Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. 8Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».

Palabra del Señor.

La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos

Sábado de la I semana de adviento.

Is 30,19-21.23-26
Sal 146,1-2.3-4.5-6
Mt 9,35-10,1.6-8

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

35Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia. 36Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor». 37Entonces dice a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; 38rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». 10 1Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia. 5A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: 6id a las ovejas descarriadas de Israel. 7Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. 8Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis.

Palabra del Señor.