Bienventurado el vientre que te llevó.

Sábado XXIII del tiempo ordinario. Bienaventurada Virgen María del Pilar, fiesta.

Fiesta de Nuestra Señora del Pilar. Según una venerada tradición, la Santísima Virgen María se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia. Esta tradición encontró su expresión cultual en la misa y en el Oficio que, para toda España, decretó el papa Clemente XII.

1 Crón 15,3-4.15-16;16,1-2 o bien Hch 1,12-14
Sal 26
Lc 11,27-28

27Mientras él hablaba estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». 28Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Viernes de la XXVII semana del tiempo ordinario. Santa María Torres Acosta, virgen, memoria libre, o san Juan XXIII, papa, memoria libre.

Jl 1,13-15:2,1-2
Sal 9
Lc 11,15-26

15Pero algunos de ellos dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios». 16Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. 17Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. 18Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. 19Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. 20Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. 21Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, 22pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín. 23El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. 24Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice: “Volveré a mi casa de donde salí”. 25Al volver se la encuentra barrida y arreglada. 26Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».

Pedid y se os dará.

Jueves de la XXVII semana del tiempo ordinario. Santo Tomás de Villanueva, obispo, memoria libre.

Mal 3,13-20a
Sal 1
Lc 11,5-13

5Y les dijo: «Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, 6pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; 7y, desde dentro, aquel le responde: “No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; 8os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. 9Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; 10porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre. 11¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? 12¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? 13Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».

Señor, enséñanos a orar.

Miércoles de la XXVII semana del tiempo ordinario. Santos Dionisio, obispo y compañeros, mártires, memoria libre, o san Juan Leonardi, presbítero, memoria libre.

Jon 4,1-11
Sal 85
Lc 11,1-4

11 1Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». 2Él les dijo: «Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, 3danos cada día nuestro pan cotidiano, 4perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».

Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la mejor parte.

Martes de la XXVII semana del tiempo ordinario.

Jon 3,1-10
Sal 139
Lc 10,38-42

38Yendo ellos de camino, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. 39Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra. 40Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano». 41Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; 42solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

¿Quién es mi prójimo?

Lunes de la XXVII semana del tiempo ordinario. Bienaventurada Virgen María del Rosario, memoria obligatoria.

Jon 1,1-2,1.11
Salmo: Jon 2,3-8
Lc 10,25-37

25En esto se levantó un maestro de la ley y le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?». 26Él le dijo: «¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?». 27Él respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo». 28Él le dijo: «Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida». 29Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?». 30Respondió Jesús diciendo: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. 31Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 32Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. 33Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, 34y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. 35Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”. 36¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?». 37Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo: «Anda y haz tú lo mismo».

¡Si tuvierais fe!

Domingo de la XXVII semana del tiempo ordinario.

Hab 1,2-3;2,2-4
Sal 94
2 Tim 1,6-8.13-14
Lc 17,5-10

5Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». 6El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería. 7¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”? 8¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? 9¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? 10Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

Todo el que pide recibe

Sábado de la XXVI semana del tiempo ordinario. Témporas de acción de gracias y de petición, feria mayor.

Dt 8,7-18
Salmo 1 Crón 29,10-12
2 Cor 5,17-21
Mt 7,7-11

7Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; 8porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. 9Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; 10y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? 11Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!

Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado

Viernes de la XXVI semana del tiempo ordinario. San Francisco de Asís, memoria obligatoria.

Bar 1,15-22
Sal 78
Lc 10,13-16

13¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza. 14Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. 15Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. 16Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».

Descansará sobre ellos vuestra paz

Jueves de la XXVI semana del tiempo ordinario. San Francisco de Borja, presbítero, memoria libre.

Neh 8,1-4a.5-6.7b-12
Sal 18
Lc 10,1-12

10 1Después de esto, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. 2Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 3¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. 4No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. 5Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. 6Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. 7Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa. 8Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, 9curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”. 10Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: 11“Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”. 12Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad.