Jueves de la XXVIII semana del tiempo ordinario. San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, memoria obligatoria.
Rom 3,21-30
Sal 129
Lc 11,47-54
47¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron vuestros padres! 48Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos. 49Por eso dijo la Sabiduría de Dios: “Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos de ellos los matarán y perseguirán”; 50y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; 51desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, os digo: se le pedirá cuenta a esta generación. 52¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido!». 53Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, 54tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su boca.