El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel

Sábado de la XXXI semana del tiempo ordinario, feria.

Flp 4,10-19
Sal 111,1-2.5-6.8a.9
Lc 16,9-15

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

9Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. 10El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. 11Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? 12Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? 13Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero». 14Los fariseos, que eran amigos del dinero, estaban escuchando todo esto y se burlaban de él. 15Y les dijo: «Vosotros os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios.

Palabra del Señor.

Los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz

Viernes de la XXXI semana del tiempo ordinario. Santos Pedro Poveda Castroverde e Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, presbíteros y compañeros, mártires, memoria obligatoria.

XV aniversario de la muerte del Rvdmo. P. José Antonio Infantes Florido, obispo emérito de Córdoba.

Flp 3,17-4,1
Sal 121,1-2.3.4-5
Lc 16,1-8

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

161Decía también a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. 2Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. 3El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. 4Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”. 5Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: 6“¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: “Cien barriles de aceite”. Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”. 7Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”. Él dijo: “Cien fanegas de trigo”. Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”. 8Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.

Palabra del Señor.

La misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta

Jueves de la XXXI semana del tiempo ordinario, feria.

Flp 3,3-8a
Sal 104,2-3.4-5.6-7
Lc 15,1-10

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

151Solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. 2Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». 3Jesús les dijo esta parábola: 4«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? 5Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; 6y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”. 7Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. 😯 ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? 9Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”. 10Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».

Palabra del Señor.

Ten compasión de nosotros

Viernes de la I semana de adviento. San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia, memoria libre.

Is 29,17-24
Sal 26,1.4.13-14
Mt 9,27-31

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

7Cuando Jesús salía de allí, dos ciegos lo seguían gritando: «Ten compasión de nosotros, hijo de David». 28Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos y Jesús les dijo: «¿Creéis que puedo hacerlo?». Contestaron: «Sí, Señor». 29Entonces les tocó los ojos, diciendo: «Que os suceda conforme a vuestra fe». 30Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Cuidado con que lo sepa alguien!». 31Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.

Palabra del Señor.

Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío

Miércoles de la XXXI semana del tiempo ordinario. San Carlos Borromeo, memoria obligatoria.

Flp 2,12-18
Sal 26,1.4.13-14
Lc 14,25-33

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

25Mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: 26«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. 27Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? 29No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, 30diciendo: “Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”. 31¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil? 32Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. 33Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.

Palabra del Señor.

En la casa de mi Padre hay muchas moradas

Conmemoración de todos los fieles difuntos.

Lm 3,17-26
Sal 129,1-2.3-4ab.4c-6.7-8
Rm 6,3-9
Jn 14,1-6: En la casa de mi Padre hay muchas estancias.

141No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. 2En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. 3Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. 4Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». 5Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». 6Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.

El reino de Dios es semejante a la levadura

Martes de la semana XXX del tiempo ordinario.

Ef 5,21-33
Sal 127,1-2.3.4-5
Lc 13,18-21

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

18Decía, pues: «¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé? 19Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas». 20Y dijo de nuevo: «¿A qué compararé el reino de Dios? 21Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».

Palabra del Señor.

Mujer, quedas libre de tu enfermedad

Lunes de la XXX semana del tiempo ordinario, feria.

Ef 4,32-5,8
Sal 1,1-2.3.4.6
Lc 13,10-17

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

10Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. 11Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo. 12Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». 13Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. 14Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, se puso a decir a la gente: «Hay seis días para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado». 15Pero el Señor le respondió y dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su burro del pesebre, y los lleva a abrevar? 16Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?». 17Al decir estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía.

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y al prójimo como a ti mismo

Domingo XXX del tiempo ordinario, solemnidad.

Ex 22,20-26
Sal 17,2-3a.3bc-4.47.51ab
1Ts 1,5c-10
Mt 22,34-40

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

34Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar 35y uno de ellos, un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: 36«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?». 37Él le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. 38Este mandamiento es el principal y primero. 39El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 40En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».

Palabra del Señor.

A ver si da fruto en adelante

Sábado de XXIX semana del tiempo ordinario. San Rafael, solemnidad en la ciudad de Córdoba.

Ef 4,7-16
Sal 121,1-2.3.4-5
Lc 13,1-9

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

131En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. 2Jesús respondió: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? 3Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. 4O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? 5Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera». 6Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. 7Dijo entonces al viñador: “Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. 8Pero el viñador respondió: “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, 9a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”».