Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho.

JUEVES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA.

Sant 2,1-9
Sal 33,2-3.4-5.6-7
Mc 8,27-33

27Después Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?». 28Ellos le contestaron: «Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas». 29Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Tomando la palabra Pedro le dijo: «Tú eres el Mesías». 30Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto. 31Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». 32Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. 33Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

El ciego estaba curado y veía todo con claridad

MIÉRCOLES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA.

Sant 1,19-27
Sal 14,1a.2-3a.3bc-4ab.5
Mc 8,22-26

22Llegaron a Betsaida. Y le trajeron a un ciego pidiéndole que lo tocase. 23Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: «¿Ves algo?». 24Levantando los ojos dijo: «Veo hombres, me parecen árboles, pero andan». 25Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad. 26Jesús lo mandó a casa diciéndole que no entrase en la aldea.

Evitad la levadura de los fariseos y de Herodes

MARTES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA.

Sant 1,12-28
Sal 93,12-13.14-15.18-19
Mc 8,14-21

14A los discípulos se les olvidó tomar pan y no tenían más que un pan en la barca. 15Y él les ordenaba diciendo: «Estad atentos, evitad la levadura de los fariseos y de Herodes». 16Y discutían entre ellos sobre el hecho de que no tenían panes. 17Dándose cuenta, les dijo Jesús: «¿Por qué andáis discutiendo que no tenéis pan? ¿Aún no entendéis ni comprendéis? ¿Tenéis el corazón embotado? 18¿Tenéis ojos y no veis, tenéis oídos y no oís? ¿No recordáis 19cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil?». Ellos contestaron: «Doce». 20«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?». Le respondieron: «Siete». 21Él les dijo: «¿Y no acabáis de comprender?».

¿Por qué esta generación reclama un signo?

LUNES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA O LOS SIETE FUNDADORES DE LA ORDEN DE LOS SIERVOS DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MEMORIA LIBRE.

Sant 1,1-11
Sal 118,67.68.71.72.75.76
Mc 8,11-13

11Se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. 12Jesús dio un profundo suspiro y dijo: «¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación». 13Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

Así se dijo a los antiguos; pero yo os digo.

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO, SOLEMNIDAD.

Eclo 15,15-20
Sal 118,1-2,4-5,17-18,33-34
1 Cor 2,6-10
Mt 5,17-37

17No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. 18En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. 19El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. 21Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. 22Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la gehenna del fuego. 23Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, 24deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. 25Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. 26En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo. 27Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. 28Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la gehenna. 30Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la gehenna. 31Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. 32Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer —no hablo de unión ilegítima— la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio. 33También habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”. 34Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; 35ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. 36Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. 37Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

La gente comió hasta quedar saciadas

SÁBADO DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, O SANTA MARÍA EN SÁBADO, MEMORIA LIBRE.

1Re 12,26-32:13,33-34
Sal 105
Mc 8,1-10

Mc8 1Por aquellos días, como de nuevo se había reunido mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: 2«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, 3y si los despido a sus casas en ayunas, van a desfallecer por el camino. Además, algunos han venido desde lejos». 4Le replicaron sus discípulos: «¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para saciar a tantos?». 5Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: «Siete». 6Mandó que la gente se sentara en el suelo y tomando los siete panes, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. 7Tenían también unos cuantos peces; y Jesús pronunció sobre ellos la bendición, y mandó que los sirvieran también. 8La gente comió hasta quedar saciada y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; 9eran unos cuatro mil y los despidió; 10y enseguida montó en la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.

La mies es abundante y los obreros pocos

VIERNES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, SANTOS CIRILO, MONJE, Y METODIO, OBISPO, PATRONOS DE EUROPA, FIESTA.

Hch 13,46-49
Sal 116
Lc 10,1-9

Lc10 1Después de esto, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. 2Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 3¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. 4No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. 5Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. 6Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. 7Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa. 8Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, 9curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”.

Los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños

JUEVES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA.

1 Re 11,4-13
Sal 105
Mc 7,24-30

24Desde allí fue a la región de Tiro. Entró en una casa procurando pasar desapercibido, pero no logró ocultarse. 25Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. 26La mujer era pagana, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. 27Él le dijo: «Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». 28Pero ella replicó: «Señor, pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños». 29Él le contestó: «Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija». 30Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.

Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre

MIÉRCOLES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA.

1 Re 10,1-10
Sal 36
Mc 7,14-23

14Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: 15nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre». 16 17Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. 18Él les dijo: «¿También vosotros seguís sin entender? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, 19porque no entra en el corazón sino en el vientre y se echa en la letrina». (Con esto declaraba puros todos los alimentos). 20Y siguió: «Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre. 21Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, 22adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. 23Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres

MARTES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, FERIA, O BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LOURDES, MEMORIA LIBRE.

1 Re 8,22-23.27-30
Sal 83
Mc 7,1-13

Mc7 1Se reunieron junto a él los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; 2y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. 3(Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, 4y al volver de la plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas). 5Y los fariseos y los escribas le preguntaron: «¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con manos impuras?». 6Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. 7El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”. 8Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres». 9Y añadió: «Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. 10Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y “el que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte”. 11Pero vosotros decís: “Si uno le dice al padre o a la madre: los bienes con que podría ayudarte son corbán, es decir, ofrenda sagrada”, 12ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre; 13invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os transmitís; y hacéis otras muchas cosas semejantes».