10-09 San Nicolás de Tolentino

San Nemesio, mártir
Santos Nemesiano, Félix, Lucio, otro Félix, Liteo, Poliano, Víctor, Jaderes y Dativo, mártires
Santa Pulqueria, emperatriz
San Agabio de Novara, obispo
San Salvio de Albi, monje y obispo
San Teodardo de Tongres, obispo y mártir
San Autberto de Avranches, obispo
Beato Oglerio, abad
San Nicolás de Tolentino, religioso presbítero
Beatos Sebastián Kimura, Francisco Morales, y cincuenta compañeros, mártires
San Ambrosio Eduardo Barlow, monje mártir
Beato Jacobo Gagnot, presbítero y mártir

09-09 San Pedro Claver

San Pedro Claver, religioso presbíteroSan Gorgonio, mártir
San Jacinto, mártir
San Ciarano, abad
Santa María de la Cabeza, laica
Beato Jorge Douglas, presbítero y mártir
Beato Pedro Bonhomme, presbítero y fundador
Beato Jacobo Desiderio Laval, religioso presbítero
Beato Francisco Gárate Aranguren, religioso
Beato Josep de Calella de la Costa, presbítero y mártir
Beata María Eutimia Üffing, virgen

Estaban al acecho para ver si curaba en sábado

Lunes de la XXIII semana del tiempo ordinario, feria o san Pedro Claver, presbítero, memoria libre.

Col 1,24-2,3
Sal 61
Lc 6,6-11

6Otro sábado, entró él en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. 7Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. 8Pero él conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada: «Levántate y ponte en medio». Y, levantándose, se quedó en pie. 9Jesús les dijo: «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?». 10Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo: «Extiende tu mano». Él lo hizo y su mano quedó restablecida. 11Pero ellos, ciegos por la cólera, discutían qué había que hacer con Jesús.

08-09 Natividad de la Virgen María

Natividad de la bienaventurada Virgen María
San Adriano de Nicomedia, mártir
Santos Pedro, Fausto, Dión y Amonio, mártires
San Isaac de los armenios, obispo y confesor
San Sergio I, papa
San Corbiniano de Freising, obispo
San Pedro de Chavanon, presbítero
Beata Serafina Sforza, religiosa
Santo Tomás de Villanueva, religioso y obispo
Beatos Tomás Palaser, Juan Norton y Juan Talbot, mártires
San Pedro Claver, religioso presbítero
Beatos Antonio de San Buenaventura, Domingo Castellet y veinte compañeros, mártires
Beato Federico Ozanam, padre de familia
Beatos José Cecilio Rodríguez González, Teodomiro Joaquín Sainz Sainz y Evencio Ricardo Urjurra, religiosos mártires
Beato Marino Blanes Giner, mártir
Beato Ismael Escrihuela Esteve, mártir
Beato Pascual Fortuño Almela, presbítero y mártir
Beatas Josefa de San Juan de Dios Ruano García y María Dolores de Santa Eulalia Puig Bonany, vírgenes y mártires
Beato Adán Bargielski, presbítero y mártir
Beato Ladislao Bladzinski, presbítero y mártir

Aquel que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío

XXIII domingo del tiempo ordinario, solemnidad. En la diócesis de Córdoba también es solemnidad con motivo de la celebración de Nuestra Señora de la Fuensanta.

Sab 9,13-18
Sal 89
Flm 9b-10.12-17
Lc 14,25-33

25Mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: 26«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. 27Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? 29No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, 30diciendo: “Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”. 31¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil? 32Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. 33Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.

07-09 Santa Regina

Santa Regina, mártir
San Sozonte, mártir
Santos Festo y Desiderio, mártires
San Evorcio de Orleans, obispo
San Grato de Aosta, obispo
Santos Memorio y compañeros, mártires
San Alpino de Châlons, obispo
San Clodoaldo, presbítero
Santa Carísima, virgen y reclusa
Santa Madelberta, abadesa
San Hilduardo de Flandes, obispo
San Gauzlino de Toul, obispo
San Juan de Lodi, obispo
San Esteban de Chatillon, monje y obispo
Santos Marcos Crisino, Esteban Pongracz y Melchor Grodziecki, presbíteros y mártires
Beatos Tomás Tsuji, Luis Maki y su hijo Juan, mártires
Beatos Randulfo Corby y Juan Duckett, presbíteros y mártires
Beatos Claudio Bernabé Laurent de Mascloux y Francisco d’Oudinot de la Boissière, presbíteros y mártires
Beato Juan Bautista Mazzucconi, presbítero y mártir
Beata Eugenia Picco, virgen
Beato Ignacio Klopotowski, presbítero y fundador
Beata Ascensión de San José de Calasanz Lloret Marco, virgen y mártir

¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?

Sábado de la XXII semana del tiempo ordinario o Santa María en sábado, memoria libre.

Col 1,21-23
Sal 53
Lc 6,1-5

Lc61Un sábado, iba él caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos. 2Unos fariseos dijeron: «¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?». 3Respondiendo Jesús, les dijo: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros sintieron hambre? 4Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a los que estaban con él». 5Y les decía: «El Hijo del hombre es señor del sábado».

Les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán

Viernes de la XXII semana del tiempo ordinario, feria.

Col 1,15-20
Sal 99
Lc 5,33-39

33Pero ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber». 34Jesús les dijo: «¿Acaso podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos? 35Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán en aquellos días». 36Les dijo también una parábola: «Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque, si lo hace, el nuevo se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del nuevo. 37Nadie echa vino nuevo en odres viejos: porque, si lo hace, el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán. 38A vino nuevo, odres nuevos. 39Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: “El añejo es mejor”».

06-09 San Eleuterio

San Zacarías, santo del AT
San Onesíforo, santo del NT
Santos Donaciano, Presidio, Mansueto, Germán, Fúsculo y Leto, obispos mártires
San Eleuterio, abad
San Cagnoaldo de Laon, obispo
Santa Bega, monja
San Magno de Füssen, abad
Beato Bertrando de Garrigues, religioso presbítero
Beato Diego Llorca Llopis, presbítero y mártir
Beato Pascual Torres Lloret, mártir
Beato Miguel Czartoryski, presbítero y mártir

Dejándolo todo, le siguieron

Jueves de la XXII semana del tiempo ordinario, feria.

Col 1,9-14
Sal 97
Lc 5,1-11

Lc51Una vez que la gente se agolpaba en torno a él para oír la palabra de Dios, estando él de pie junto al lago de Genesaret, 2vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes. 3Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. 4Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca». 5Respondió Simón y dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes». 6Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. 7Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. 8Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». 9Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; 10y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». 11Entonces sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.