Al multiplicar los panes Jesús se manifiesta como profeta

Martes de la II semana de Navidad

Mc 6,34-44

34 Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

35 Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y ya es muy tarde. 36 Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer». 37 Él les replicó: «Dadles vosotros de comer».

Ellos le preguntaron: «¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». 38 Él les dijo: «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver». Cuando lo averiguaron le dijeron: «Cinco y dos peces». 39 Él les mandó que la gente se recostara sobre la hierba verde en grupos. 40 Ellos se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta. 41 Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. 42 Comieron todos y se saciaron, 43 y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. 44 Los que comieron eran cinco mil hombres.

Está cerca el reino de los cielos

Lunes de la II semana de Navidad, memoria de san Raimundo de Peñafort

Mt 4,12-17.23-25

12 Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. 13 Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, 14 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:

15 «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. 16 El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».

17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».

23 Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24 Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curó. 25 Y lo seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.

Venimos a adorar al Rey

Solemnidad de la Epifanía del Señor

Mt 2,1-12

Mt21 Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén 2 preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo». 3 Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; 4 convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. 5 Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: 6 “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”». 7 Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, 8 y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo». 9 Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. 11 Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. 12 Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.

Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel

Sábado de la II semana de Navidad

Jn 1,43-51

43 Al día siguiente, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice: «Sígueme». 44 Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret». 46 Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?».

Felipe le contestó: «Ven y verás». 47 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». 48 Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?». Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». 49 Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». 50 Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». 51 Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».


Hemos encontrado al Mesías

Viernes de la II semana de Navidad

Jn 1,35-42

35 Al día siguiente, estaba Juan con dos de sus discípulos y, 36 fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». 37 Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?». Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». 39 Él les dijo: «Venid y veréis». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.

40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; 41 encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». 42 Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».