05-11 Santo Domingo Mau

Santo Domnino, mártir
Santos Teótimo, Filoteo, Timoteo y Ausencio, mártires
San Marcos de Troia, obispo
San Fibicio de Tréveris, obispo
San Guetnocio
Santa Bertila, abadesa
San Geraldo de Beziers, obispo
Beato Gómidas Keumurgian, presbítero y mártir
Santo Domingo Mâu, presbítero y mártir
San Guido María Conforti, obispo y fundador
Beato Juan Antonio Burró Más, religioso y mártir
Beata María del Carmen Viel Ferrando, virgen y mártir
Beato Bernardo Lichtenberg, presbítero y mártir
Beato Gregorio Lakota, obispo y mártir
Beato Jul Bonati, presbítero y mártir

Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa.

Martes de la XXXI semana del tiempo ordinario, feria o santa Ángela de la Cruz Guerrero González, memoria libre.

Rom 12,5-16a
Sal 130
Lc 14,15-24

15Uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Bienaventurado el que coma en el reino de Dios!». 16Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; 17a la hora del banquete mandó a su criado a avisar a los convidados: “Venid, que ya está preparado”. 18Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: “He comprado un campo y necesito ir a verlo. Dispénsame, por favor”. 19Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor”. 20Otro dijo: “Me acabo de casar y, por ello, no puedo ir”. 21El criado volvió a contárselo a su señor. Entonces el dueño de casa, indignado, dijo a su criado: “Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos”. 22El criado dijo: “Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio”. 23Entonces el señor dijo al criado: “Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa. 24Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete”».

No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados.

Lunes de la XXXI semana del tiempo ordinario, san Carlos Borromeo, obispo, memoria obligatoria.

Rom 11,29-36
Sal 68
Lc 14,12-14

12Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. 13Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; 14y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».

04-11 San Carlos Borromeo

San Carlos Borromeo, obispo
Santos Vidal y Agrícola, mártires
San Nicandro y Hermas, mártires
San Pierio, presbítero
San Amancio de Rodez, obispo
San Perpetuo de Maastricht, obispo
Santa Modesta, abadesa
San Emerico, laico
San Félix de Valois, fundador
Beata Elena Enselmini, virgen
Beata Francisca de Amboise, religiosa
Beata Maria Luisa Manganiello, laica

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Domingo XXXI del tiempo ordinario.

Sab 11,22-12,2
Sal 144
2 Tes 1,11-2,2
Lc 19,1-10

19 1Entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. 2En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, 3trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. 4Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. 5Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». 6Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. 7Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». 8Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». 9Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. 10Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

03-11 San Martín de Porres

San Martín de Porres, religioso
Santos Germán, Teófilo y Cirilo, mártires
San Libertino de Agrigento, obispo y mártir
San Pápulo, mártir
Santos Valentín e Hilario, mártires
San Guenael, abad
Santa Silvia, madre de familia
San Pirmino, abad y obispo
San Juanicio, monje
Santa Odrada, virgen
San Ermengol de Urgel, obispo
Beato Berardo de Mársica, obispo
Beata Alpaide, virgen
Santa Ida, reclusa
Beato Simón Balachi, religioso
San Carlos Borromeo, obispo
San Pedro Francisco Nerón, presbítero y mártir
Beato Manuel Lozano Garrido, laico

02-11 Los fieles difuntos

Conmemoración de todos los fieles difuntos
San Victorino de Pettau, obispo y mártir
San Justo de Trieste, mártir
Santos Carterio, Estiriaco, Tobías, Eudoxio, Agapio y compañeros, mártires
Santos Acindino, Pegasio, Aftonio, Epidíforo, Anempodisto y muchos compañeros, mártires
San Marciano de Siria, eremita
San Ambrosio, abad
San Domnino de Vienne, obispo
Santa Winefrida, virgen
San Jorge de Vienne, obispo
San Malaquías de Down y Connor, obispo
Beata Margarita de Lorena, religiosa
Beato Juan Bodey, mártir
Beato Pío de San Luis Campidelli, religioso

En la casa de mi Padre hay muchas estancias.

Sábado de la XXX semana del tiempo ordinario. Conmemoración de los fieles difuntos.

Lm 3,17-26
Sal 129
Rm 6,3-9
Jn 14,1-6

14 1No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. 2En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. 3Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. 4Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». 5Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». 6Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.

01-11 Todos los Santos

Todos los Santos
San Cesáreo, mártir
San Benigno de Dijón, presbítero y mártir
San Austremonio de Auvernia, obispo
San Marcelo de París, obispo
San Rómulo, abad y presbítero
San Severino, monje
San Magno de Milán, obispo
San Vigor de Bayeux, obispo
San Licinio de Angers, obispo
San Maturino, presbítero
San Audomaro de Thérouanne, monje y obispo
Beato Rainiero Aretino, religioso
Beatos Pedro Pablo Navarro, Dionisio Fujishima, Pedro Onizuka Sandayu y Clemente Kyuemon, mártires
Santos Jerónimo Hermosilla, Valentín de Berriochoa y Pedro Almató Ribeira, mártires
Beato Eudald d´Igualada, religioso y mártir
Beato Ruperto Mayer, religioso presbítero
Beato Teodoro Jorge Romzsa, obispo y mártir

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

Viernes de la XXX semana del tiempo ordinario. Solemnidad de Todos los Santos.

Solemnidad de Todos los Santos, que están con Cristo en la gloria. En el gozo único de esta festividad, la Iglesia Santa, todavía peregrina en la tierra, celebra la memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos, recibiendo así el estímulo de su ejemplo, la dicha de su patrocinio y, un día, la corona del triunfo en la visión eterna de la divina Majestad.

Ap 7,2-4.9-14
Sal 23
1 Jn 3,1-3
Mt 5,1-12a

5 1Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; 2y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: 3«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. 5Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. 7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. 12Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.