Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

JUEVES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO. SAN ILDEFONSO, OBISPO, MEMORIA OBLIGATORIA.

1Sam 18,6-9;19,1-7
Sal 55,2-3.9-10.11-12.13
Mc 3,7-12

7Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. 8Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón. 9Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío. 10Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. 11Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». 12Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?

Miércoles de la II semana del tiempo ordinario, san Ildefonso, obispo, memoria obligatoria.

Mc 3,1-6

Mc31 Entró otra vez en la sinagoga y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. 2 Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo.

3 Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y ponte ahí en medio». 4 Y a ellos les pregunta: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?». Ellos callaban. 5 Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano». La extendió y su mano quedó restablecida. 6 En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.