Vosotros orad así

Martes de la I semana de Cuaresma.

Mt 6,7-15

7 Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. 8 No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. 9 Vosotros orad así:

“Padre nuestro que estás en el cielo, | santificado sea tu nombre,

10 venga a nosotros tu reino, | hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,

11 danos hoy nuestro pan de cada día,

12 perdona nuestras ofensas, | como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,

13 no nos dejes caer en la tentación, | y líbranos del mal”.

14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, 15 pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.

Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis

Lunes de la I semana de Cuaresma.

Mt 25,31-46

31 «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria 32 y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 34 Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35 Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, 36 estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. 37 Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; 38 ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; 39 ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. 40 Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”. 41 Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, 43 fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. 44 Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. 45 Él les replicará: “En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. 46 Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».

El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado

I Domingo de Cuaresma.

Lc 4,1-13

Lc41 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando 2 durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. 3 Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». 4 Jesús le contestó: «Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”». 5 Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo 6 y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. 7 Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo». 8 Respondiendo Jesús, le dijo: «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». 9 Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, 10 porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, 11 y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”». 12 Respondiendo Jesús, le dijo: «Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”». 13 Acabada toda tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión.