El reino de Dios está en medio de vosotros

Jueves de la XXXII semana del tiempo ordinario. Memoria obligatoria de san Josafat, obispo y mártir.

Flm 7-20
Sal 145,7.8-9a.9bc-10
Lc 17,20-25

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

20Los fariseos le preguntaron: «¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?». Él les contestó: «El reino de Dios no viene aparatosamente, 21ni dirán: “Está aquí” o “Está allí”, porque, mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros». 22Dijo a sus discípulos: «Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis. 23Entonces se os dirá: “Está aquí” o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, 24pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día. 25Pero primero es necesario que padezca mucho y sea reprobado por esta generación.

Palabra del Señor.

12-11 San Nilo

San Josafat, obispo y mártir
San Nilo, abad
San Macario de Mull, obispo
San Hesiquio de Vienne, obispo
San Millán de la Cogolla, monje y presbítero
San Cuniberto de Colonia, obispo
San Labuino, monje y presbítero
Santos Benito, Juan, Mateo, Isaac y Cristiano, mártires
Beato Juan Cini, religioso
San Diego de Alcalá, religioso
San Margarito Flores García, presbítero y mártir
Beato José Medes Ferris, mártir 

San Nilo, abad. La verdadera biografía de este santo parece ser la de que fue primero discípulo de san Juan Crisóstomo y más tarde ingresó en un monasterio de Ancira (Galacia), del que llegó a ser superior, difundiendo desde él escritos de vida espiritual. Muere hacia el 430.

Fuente: Todos los Santos. José Luis Repetto. Ed. BAC

Levántate, vete; tu fe te ha salvado

Miércoles de la XXXII semana del tiempo ordinario. San Martín de Tours, obispo, memoria obligatoria.

Tt 3,1-7
Sal 22,1-3.4.5.6
Lc 17,11-19

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

11Una vez, yendo camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. 12Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos 13y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros». 14Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. 15Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos 16y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. 17Jesús, tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? 18¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?». 19Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Palabra del Señor.

11-11 San Menas

San Martín de Tours, obispo
San Menas de Egipto, mártir
San Verano de Vence, obispo
San Menas de Samnio, eremita
San Juan el Limosnero, obispo
San Bertuino, abad y obispo
San Teodoro Estudita, abad y confesor
San Bartolomé de Grottaferrata, abad
Santa Marina de Omura, virgen y mártir
Beata Vincenta María Poloni, virgen y fundadora
Beata Alicia Kotowska, virgen y mártir
Beato Vicente Eugenio Bossilkov, obispo y mártir 

San Mennas de Egipto. Egipcio que se enroló en el ejército y que estando en el mismo confesó a Cristo pese al edicto de persecución, por lo que fue martirizado en Karm Aba Mina, junto a Alejandría. Fue a comienzos del siglo IV.

Fuente: Todos los Santos. José Luis Repetto. Ed. BAC

10-11 San Demetriano de Antioquía

San León I Magno, papa y doctor de la Iglesia
San Demetriano de Antioquía, obispo y confesor
San Orestes, mártir
San Probo de Ravena, obispo
Santos Narsete y José, mártires
San Justo de Canterbury, obispo
San Baudelino, eremita
San Andrés Avellino, religioso presbítero
Beato Acisclo Pina Piazuelo, religioso y mártir
Beatas Manuela del Sagrado Corazón de Jesús y veintidós compañeras, vírgenes y mártires
Beata Natividad Medes Ferrís, virgen y mártir
Beatos Juan Prassek, Hermann Lange y Eduardo Müller, presbíteros y mártires 

San Demetriano de Antioquía, obispo y confesor. Obispo de Persia, murió en Persia, donde fue desterrado por el rey Sapor I. Murió hacia el 260.

Fuente: Todos los Santos. José Luis Repetto. Ed. BAC

Hemos hecho lo que teníamos que hacer

Martes de la XXXII semana del tiempo ordinario. Memoria de san León Magno, papa y doctor de la Iglesia.

Tt 2,1-8.11-14
Sal 36,3-4.18.23.27.29
Lc 17,7-10

Lectura del santo Evangelio según san Lucas:

7¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”? 8¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? 9¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? 10Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

Palabra del Señor.

9-11 San Ursino de Bourges

Dedicación de la basílica de Letrán
San Ursino de Bourges, obispo
San Agripino de Nápoles, obispo
San Vitón de Verdún, obispo
Santas Eustolia y Sopatra, vírgenes
San Jorge de Lodève, obispo
Beata Juana de Signa, virgen
Beato Gabriel Ferretti, religioso presbítero
Beato Luis Morbioli, penitente
Beato Gracias de Cátaro, religioso
Beato Jorge Napper, presbítero y mártir
Beata Carmen del Niño Jesús González Ramos, viuda y fundadora
Santa Isabel de la Santísima Trinidad Catez, virgen
Beatos Francisco José Marín López de Arroyave y tres compañeros, religiosos mártires
Beata Micaela Baldoví Trull, abadesa y mártir
Beato Enrique Hlebowicz, presbítero y mártir
Beato Luis Beltrame Quattrocchi, padre de familia 

San Ursino de Bourges. Primer obispo de Bourges y evangelizador del Berry, estableció la primera iglesia de la región en la casa del senador Leocadio, que, siendo aún pagano, se la cedió para servicio de los fieles. Gobernó aquella iglesia durante veintisiete años. Su existencia fue en el siglo III.

Fuente: Todos los Santos. José Luis Repetto. Ed. BAC

Destruid este templo, y en tres días lo levantaré

Lunes de la XXXII semana del tiempo ordinario. Fiesta de la dedicación de la Basílica de Letrán.

Ez 47,1-2.8-9.12 (o bien 1Co 3,9c-11.16-17)
Sal 45,2-3.5-6.8-9
Jn 2,13-22

Lectura del santo Evangelio según san Juan:

13Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. 14Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, 15haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; 16y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre». 17Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora». 18Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?». 19Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré». 20Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». 21Pero él hablaba del templo de su cuerpo. 22Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Palabra del Señor.

8-11 Los Cuatro Coronados

Santos «Cuatro Coronados» y Simplicio, mártires
San Claro, monje y presbítero
San Adeodato I, papa
San Wilehado de Bremen, obispo
San Godofredo de Amiéns, obispo
Beato Juan Duns Escoto, religioso presbítero
Beata María Crucificada Satellico, abadesa
Santos José Nguyên Dinh Nghi, Pablo Nguyên Ngân, Martín Ta Dúc Thinh, Martín Tho y Juan Bautista Con, mártires
Beato Antolín Pablos Villanueva, presbítero y mártir 

Los Santos Cuatro Coronados. Es curioso, pero a la mayoría de los hagiógrafos actuales les parece que los cuatros santos coronados son en realidad cinco mártires, cuyos nombres eran: Simproniano, Claudio, Nicóstrato, Castor y Simplicio. Trabajaban como marmolistas en Sirmio de Panonia y fueron condenados a muerte por Diocleciano al negarse a hacer una estatua de Esculapio. En Roma fueron venerados desde la antigüedad en la iglesia del Monte Celio con el nombre de los «Cuatro Santos Coronados». Esta versión es la que adopta el nuevo Martirologio Romano.

Fuente: Todos los Santos. José Luis Repetto. Ed. BAC

Velad, porque no sabéis el día ni la hora

Domingo XXXII del tiempo ordinario, solemnidad.

Sb 6,12-16
Sal 62,2.3-4.5.6.7-8
1Tes 4,13-18
Mt 25,1-23

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

251Entonces se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. 2Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. 3Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; 4en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. 5El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. 6A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. 7Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. 8Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. 9Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. 10Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. 11Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. 12Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. 13Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra del Señor.