05-10 Santos Mártires de Tréveris

Santos Mártires de Tréveris, mártires
Santa Caritina, mártir
Santa Mamlaca, virgen y mártir
San Apolinar de Valence, obispo
Santos Mauro y Plácido, monjes
San Jerónimo de Nevers, obispo
San Meinulfo, diácono
San Froilán de León, eremita y obispo
San Atilano de Zamora, monje y obispo
Beato Pedro de Imola, religioso
Santa Flora, virgen
Beato Santos, monje
Beato Raimundo delle Vigne, religioso presbítero
Beato Mateo Carreri, religioso presbítero
Beatos Guillermo Hartley, Juan Hewett y Roberto Sutton, mártires
Santa Ana Schäffer, virgen
Beato Bartolomé Longo, fundador
San Tranquilino Ubiarco Robles, presbítero y mártir
Beato Rafael Alcocer Martínez, presbítero y mártir
Santa María Faustina Kowalska, virgen
Beato Mariano Skrzypczak, presbítero y mártir
Beato Alberto Marvelli, laico

Mártires de Tréveris. Es fama que en la persecución de Diocleciano, a comienzos del siglo IV, hubo mártires en Tréveris, a los que la Iglesia conmemora.

Fuente: Todos los santos. José Luis Repetto. Ed. BAC

Quien pide recibe

Témporas de acción de gracias y de petición, fiesta.

Dt 8,7-18: Dios te da la fuerza para crearte estas riquezas.
Habló Moisés al pueblo, diciendo:
-«Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra en que no comerás tasado el pan, en que no carecerás de nada, tierra que lleva hierro en sus rocas, y de cuyos montes sacarás cobre, entonces comerás hasta hartarte, y bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado. Pero cuidado, no te olvides del Señor, tu Dios, siendo infiel a los preceptos, mandatos y decretos que yo te mando hoy. No sea que, cuando comas hasta hartarte, cuando te edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes de todo, te vuelvas engreído y te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final. Y no digas: «Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas. » Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy.»

Lectura sálmica: 1Cro 29,10-12: Tú eres Señor del universo.
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra.

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria.

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.

2Co 5,17-21: Os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Hermanos: El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación. Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es corno si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.

Mt 7,7-11: Quien pide, recibe.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!»

Demos frutos de santidad

«Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje». Así inicia Jesús, la parábola que utiliza para mostrarnos Cuánto Amor derrama Dios sobre el mundo, sobre la Iglesia, sobre cada uno de nosotros. Meditemos un tiempo, miremos a nuestro alrededor, miremos Todo lo creado, las personas, la Iglesia, y a nosotros mismos, para descubrir y acoger Tanto Amor, tanta delicadeza de Dios, tantos cuidados amorosos y constantes de Dios, tanta bondad derramada… Y descubramos cuantas personas, nos pone Dios para ayudarnos a descubrir su Presencia y su Cuidado, como nos ha dado a su Hijo, y con Él, la Vida verdadera para que la acojamos y demos frutos. Sepamos dar el fruto que Dios con paciencia espera, sepamos dar con nuestra vida testimonio de tanto recibido; demos frutos de santidad, de amor, de caridad y fraternidad. de Vida.

04-10 San Petronio de Bolonia

San Francisco de Asís, fundador
San Petronio de Bolonia, obispo
San Quintín de Tours, mártir
Santa Áurea, abadesa
Beato Francisco Javier Seelos, religioso presbítero
Beato Enrique Morant Pellicer, presbítero y mártir
Beato José Canet Giner, presbítero y mártir
Beato Alfredo Pellicer Muñoz, religioso y mártir

Petronio de Bolonia, obispo. Fue primero monje de Lérins y luego fue elegido obispo de Die, diócesis que ocupaba en el 451, pero su nombre figura entre los firmantes de una carta de los obispos galos al papa san León Magno. A su muerte fue elegido como obispo su hermano Marcelo, que había colaborado con él en el régimen de la diócesis. Su muerte se estima hacia el 463.

Fuente: Todos los santos. José Luis Repetto. Ed. BAC