Sábado de la II semana de Navidad, feria.
1 Jn 5,5-13
Sal 147,12-13.14-15.19-20
Lc 5,12-16
12Sucedió que, estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús, cayendo sobre su rostro, le suplicó diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». 13Y extendiendo la mano, lo tocó diciendo: «Quiero, queda limpio». Y enseguida la lepra se le quitó. 14Y él le ordenó no comunicarlo a nadie; y le dijo: «Ve, preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación según mandó Moisés, para que les sirva de testimonio». 15Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírlo y a que los curara de sus enfermedades. 16Él, por su parte, solía retirarse a despoblado y se entregaba a la oración.