Lunes de la II semana de Navidad, memoria de san Raimundo de Peñafort
Mt 4,12-17.23-25
12 Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. 13 Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, 14 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
15 «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. 16 El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».
23 Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24 Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curó. 25 Y lo seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.