Martes de la XXXIII semana del tiempo ordinario, feria.
2 Mac 6,18-31
Sal 3
Lc 19,1-10
19 1Entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. 2En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, 3trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. 4Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. 5Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». 6Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. 7Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». 8Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». 9Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. 10Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».